anotado por Viedma con alguna injusticia hácia el primero; todo por una leve cuestion de amor propio, de que la Historia debe prescindir, para rendir á Villarino el homenaje á que le dió derecho su atrevida y feliz empresa.
El 28 de Setiembre de 1782, se dió á la vela este piloto, del fuerte de rio Negro, con cuatro embarcaciones de uno y dos palos, pesadas; inadecuadas para su objeto, llamadas San José, San Juan, San Francisco de Asis y Champan, de 2 y 3 piés de calado, artilladas con pedreros y con 62 hombres por todo equipage, para internarse en un país totalmente desconocido, poblado de indios salvajes y sanguinarios, que mas tarde habian de amagarlo en tal número como yerbas hay en los campos, segun palabras de su propio diario.
El 21 de Octubre recibió quince caballos para silgar las embarcaciones, los que llegaban muy oportunamente, pues el 23 la corriente, en el paraje denominado Siete Islas, era tan violenta y tan recio el viento de N-O. que el San Francisco, rompió cuatro vergas sin poder vencer la fuerza de aquella.
El 6 de Noviembre, Villarino supo por una india que se hallaba en Choele Choel, cuyo paraje describe. Desde el 6 hasta el 12 navegó la expedicion por las vueltas del rio en aquella isla, El 12 mandó diez y ocho marineros á cortar postería para construir en un potrero natural el fuerte, que hasta hoy lleva su nombre sobre el brazo del sur del rio, y que artilló con seis pedreros, obedeciendo al propósito de conservar espéditas sus comunicaciones con el Carmen. El 6 de Diciembre llegaron á Choele-Choel los auxilios de víveres que esperaba Villarino para continuar su viage, habiendo dejado de navegar cuarenta y cinco dias á causa de esta espectativa. El dia 21 volvió á emprender la penosa exploracion á vela, remo y silga.
El 23 de Marzo navegaba á la vela con viento E-S-E