Esta division penetró en esos desiertos y alcanzó hasta la latitud de las Islas Malvinas, de la tierra del Fuego.[1]
Sorprendió á las fuerzas del cacique Cayupan en sus mismas guaridas, en donde fueron totalmente acuchilladas, tomando prisioneras á las chusmas, lo que dió por resultado que los indios de pelea que escaparon vinieron en seguida á presentarse á Rosas en el Colorado y sometiéndose sin condiciones.
El cacique Quentrel, muchos capitanejos y como 250 indios de lanza, fueron los indios rendidos que se presentaron.
Quedó así libre de indios toda esa parte del desierto, y Patagones y Bahia Blanca dejaron de ser visitadas por las invasiones de los bárbaros quedando bien guardada por una fuerza de las tres armas al mando del coronel D. Martiniano Rodriguez, quien mas tarde batió á las afamadas tribus borogas, que se rebelaron después de haberse semetido con motivo de la expedicion, y cuyos indios, soberbios y aguerridos, hablan sido el azote de Chile y de la República Argentina, bajo el mando del famoso Pincheira, que los capitaneaba.
Mientras que la expedicion se internaba en el desierto, esas tribus hablan quedado en Salinas, en número de tres mil indios de lanza, á las órdenes de los caciques mayores, Caefuiquir, Rondeau y Melingueo.
Estas indiadas, sometidas en paz, quedaban á retaguardia del ejército expedicionario, halagadas con las ventaja de que se les dejaba en rehenes un escuadrón de 200 dragones al mando del coronel D. Manuel Delgado, cuya verdadera mision allí era el tener á Rosas
- ↑ Este dato de Reyes no es exacto pues que dicha fuerza no llegó mas que hasta el arroyo Balcheta. Nos fundamos al rectificarlo en el parte oficial de Rosas de 25 de Noviembre de 1833, fechado en el Colorado (M. S. en el Archivo del Ministerio de la Guerra.)