con encargo de proyectar las reformas inmediatas; y de regreso formuló su conocido memorial, presentando al Virey, datado en Buenos Aires á 31 de Julio de 1796, en el cual aconseja las reformas de la línea existente, y se engolfa en interesantes consideraciones generales sobre el problema secular de la Frontera, concluyendo por declararse partidario de la línea del rio Negro.»
Al recomendar esta solucion Azara dice que le «ha parecido indicar á S. M. otro medio de asegurar la tranquilidad y posesion de las Pampas en mayor brevedad, ventaja y extension.»
Afianza su opinion en los resultados del viaje consumado por Villarino, discute las ventajas políticas y económicas de la línea del rio Negro y concluye así: «tenemos franca la entrada en el rio Negro y un establecimiento, chalupas y carretas en su boca: todo está incitando á continuar.»
Tales son los precursores de la traslacion de la Fron-
«tismo y por el anhelo de madurar el célebre plan de Frontera que debia presentar en 1804. »
Casó en Mendoza en la familia de Gamboa y enviudó, volviendo á enlazarse con la señorita Justa Zeballos, de cuyo matrimonio hubo dos hijos Don Juan Bautista y Doña Justa de Undiano.
En 1804 salió de Mendoza para Buenos Aires, en cuyo puerto debia embarcarse para España, en pos de su proyecto de fronteras; pero le impidió la salida la declaracion de guerra lanzada por la Gran Bretaña contra España y lo tomaron en Buenos Aires las invasiones inglesas.
Concurrió valientemente á la defensa y volvió á la vida tranquila del hogar.
En 1811, fue denunciado como realista y condenado á muerte dos veces; pero la Justicia lo amparó, y merced á algunos amigos que garantieron de su lealtad á la Junta fué salvado.
El ilustre doctor Moreno supo atraérselo, comprendiendo lo útil que son á los gobiernos los hombres de los méritos de Undiano, y en 1811 la Junta le ordenaba levantar la carta geográfica de la Provincia de Buenos Aires, cuya carta debe existir en los archivos ó entre los papeles del Doctor Moreno, secretario de la Junta.
Concluida esa tarea la Junta le remitió varias veces el nombramiento de Partidor de Bienes, empleo que rehusaba Undiano, devolviendo los oficios con estas palabras: soy español...—estaba prohibido admitirlos en los empleos; pero instado para que ocupara el puesto, accedió al fin á los deseos del Gobierno patriota y lo desempeñó gratuitamente durante varios años.
En 16 de Jalio de 1826 se embarcó para España con su hijo Juan Bautista y se afincó en Pamplona, su ciudad natal, donde falleció el 23 de Setiembre de 1829.