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LA CONQUISTA DE QUINCE MIL LEGUAS

explorado detenidamente esta vez. Sin embargo, los datos que nos dejó Chiclana, cuya exactitud han sido confirmados por el último reconocimiento, nos hacen saber que en esa sección del rio hay profundidad suficiente para navegarlo; pero que no son escasos los bancos de piedra.

Las islas del Colorado son numerosísimas. Las unas instables, formadas de las arenas viajeras, bancos mas bien que islas. Las otras fijas, consolidadas y ricas en una vegetación que se levanta con vigor y en la cual se ven desde el pasto tierno hasta los árboles corpulentos.

El mayor Lucero, destacado por el gefe de la Expedición para llegar hasta Choique-Mahuida, informa que el rio se estrecha á medida que se avanza hacia la sierra? y que aumentan los saltos de piedra y la impetuosidad de su corriente.[1]

El rio Colorado corre, como dijimos, por un valle pequeño, en el cual sus aguas han profundizado fácilmente el cauce, porque el territorio es arenoso.

Las barrancas cortadas á pico alcanzaban una altura de diez metros en algunos puntos; pero no impiden que las aguas del rio fertilicen los valles en los tiempos de grandes avenidas.

El curso del Colorado es fijo. Como es el del rio Negro, corre estrechado por altas colinas, que se elevan á medida que se avanza al interior, con cuya observación están conformes los exploradores de 1833 y de 1878.

Esta misma conformidad de resultados dá definitivamente la razón á todos los que nos hemos opuesto á la adopción del rio Colorado, como línea definitiva de la frontera,

  1. Parte del teniente coronel D. Lorenzo Winter. (11 de Noviembre de 1878.) M. S. en el archivo del Ministerio de la Guerra.