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EL RIO COLORADO

El rio Colorado no es angosto, habiendo dado en algunos puntos de barranca á barranca mas de 20 metros.

Su cauce se divide en dos secciones, por decir así. En los lados, desde el pié de la barranca, habia generalmente bancos con dos pies de agua; pero limitaban un canal navegable, cuya profundidad variable estaba en todas partes á nado de los caballos.—Tres soldados perecieron ahogados al atravesar el canal.

La corriente calculada por minutos dá un término medio de dos millas por hora, lo cnal confirma nuestras observaciones anteriores en este sentido y rectifica la creencia del comandante Dónovan, de que el rio tenia una corriente de seis millas.[1]

Seria esta una corriente torrencial, inesplicable en un rio, que se desenvuelve lentamente en un inmenso llano y que recorre grandes distancias.

El fondo observado ha sido de arena, toba y piedra. En muchos puntos los bancos de toba ostentaban su cresta sobre las aguas, como señalando los escollos.

Concuerdan estos datos con los que consigna la carta de Chiclana á que nos acabamos de referir.

Nótese también que el rio no estaba crecido al reconocerlo el comandante Winter, sino en una situación mediana.

Al llegar á Pichi-Mahuida deja de ser navegable para buques de pequeño calctdo, como lo era hasta allí. En este punto la sierra avanza sobre su lecho y lo atraviesa dejando interrumpido el curso de las aguas con su ondulante silueta. Probablemente se formará allí una hermosa catarata en la época de las crecientes.

Desde Pichi Mahuida á Choique-Mahuida, no ha sido

  1. Parte oficial del reconocimiento del Colorado por la ribera derecha, verificado por el teniente coronel D. Antonio J. Donovan, (5 de Noviembre de 1878). M. S. en el Archivo del Ministerio de la Guerra.