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La ciudad de Dios

felicidad de entenderlas y penetrar su espíritu, balla en ellas incontinente á Cristo. «Su virtud cubrió los cielos, y la tierra está llena de sus alabanzas»: ¿qué es sino lo mismo que dice el Real Profeta: «ensalzado seas Dios sobre todos los cielos, y extiéndase tu gloria sobre toda la tierra?» «Su resplandor será como la luz», ¿qué significa sino que su fama ha de alumbrar á los creyentes? «Y los cuernos en sus manos», ¿qué es sino el triunfo de la cruz? «Donde puso la caridad firme y estable de su fortaleza», no necesita de declaración alguna. «Delante de él irá el Verbo, y saldrá al campo detrás de sus pies», ¿qué quiere decir, sino que antes de venir al mundo fué profetizado, y que después que volvió del mundo, esto es, resucitó y subió á los cielos, fué anunciado y predicado su nombre? «Se paró y se conmovió la tierra», ¿qué es, sino que se detuvo para favorecernos con el espiritual pasto de su divina doctrina, y que la tierra se conmovió de un modo extraordinario, para que, en virtud de esta señal, temiésemos su poder y creyésemos en él? «Miró, y se marchitaron las gentes», esto es, se compadeció del hombre y convirtió los pueblos á verdadera penitencia.

«Quebrantó y destruyó los montes con violencia», esto es, con el vigor y comprobación de los milagros quebrantó la arrogante soberbia de los espíritus altivos.

«Bajáronse los collados eternos, esto es, se humillaron en la tierra algún tanto, para ser después ensalzados para siempre». «Vi sus entradas eternas por los trabajos, esto es, vi que las penalidades de su caridad no eran sino el premio de la eternidad. «Se pasmarán las tiendas de los Etiopes y las tiendas de la tierra de Madián», quiere decir, las gentes quedarán atónitas y turbadas con la repentina nueva de tus maravillas y las que nunca reconocieron homenaje al Imperio Romano, vendrán á unirse con el pueblo cristiano y se sujetarán