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La ciudad de Dios

CAPÍTULO XXXI

Lo que se halla profetizado en Abdias, Naun y Abacuc de la salud y redención del mundo por Cristo.


Los tres profetas de los doce menores Abdias, Naun y Abacuc, ni nos dicen la época en que florecieron, ni tampoco descubrimos por las Crónicas de Eusebio y y San Jerónimo el tiempo en que profetizaron, pues aunque ponen á Abdias con Micheas, sin embargo, no lo pusieran en el lugar donde se notan los tiempos, donde por testimonios irrefragables consta, especialmente todo lo que escriben que profetizó Micheas; cuya omisión imagino ha procedido de equivocación ó yerro de los que copian con poco cuidado las producciones literarias ajenas. Al mismo tiempo confieso que tampoco pude hallar en las Crónicas que yo poseía otros dos citados profetas; pero estando designados en el Canon, no es justo que yo pase de largo sin hacer mención de ellos. Por lo respectivo á los escritos proféticos de Abdias, decimos que es el más breve y sucinto de todos los profetas. Habla y perora con nervio y energía contra la nación Idumea, esto es, contra la descendencia de Esaú, uno de los hijos gemelos de Isaac, nietos de Abraham, es decir, del hermano mayor reprobado por el Señor: y si, según el método de raciocinar, en que por la parte entendemos el todo, tomamos á Idumea y presumimos que en ella se significan los gentiles: podemos entender de Cristo lo que entre otras cosas dice (1): «Que en el monte Sión será la salud y santidad»; y poco después, al fin de su profecía, añade: (2): «Y subirán los que se han salyado en el (1) Abdias, cap. V.

(2) Abdias, id.