Página:La ciudad de Dios - Tomo IV.pdf/54

Esta página no ha sido corregida
52
San Agustín

teriosa profundidad profética con que era justo vaticinárnoslo, donde dice (1): «nos sanará después de dos días y al tercero resucitaremos», porque conforme á este presagio, es lo que dice el apóstol (2): «si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas celestiales». Amós habla también sobre esto mismo así (3): «Disponte, joh Israel! para invocar á tu Dios, porque yo soy el que for ma los truenos, cría los vientos y el que anunció á los hombres á su Cristo». Y en otro lugar dice (4): «En aquel día volveré á levantar el tabernáculo de David, que se había caído, y reedificaré sus ruinas, lo que había padecido del notable daño, lo levantaré y repararé como estaba antes en tiempos antiguos, de forma que las reliquias de los hombres y de todas las naciones que se apellidan con mi nombre me busquen, y lo dice el mismo Señor que ha de obrar estos prodigios».



CAPÍTULO XXIX

Lo que profetizó Isalas de Cristo y de su Iglesis.


El profeta Isaías no es del número de los doce profetas que llamamos menores, porque sus vaticinios son breves y compendiosos respecto de aquellos que, por ser más extensos sus escritos, los llamamos mayores, uno de los cuales es Isaías, á quien pongo con los dos ya citados, mediante á haber profetizado en unos mismos tiempos. Isaías, pues, entre las operaciones inicuas que (1) Oseas, cap. VII.

(2) San Pablo, ep. á los Corinth.

(3) Amos, cap. V.

(4) Amos, cap. y.