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San Agustín

gos, porque no declara los nombres de aquellos cuya opinión refiere, dijeron algo que, aunque sea falso, porque en volviendo las almas una vez á los cuerpos que tuvieron, jamás las han de volver á dejar después, con todo, deshace y destruye muchos argumentos relativos a la imposibilidad de la resurrección, con que se irritan contra nosotros; porque á los que opinan ú opinaron esto, no les pareció imposible que los cuerpos muertos que se convirtieron, ó resolvieron en exhalaciones, en polvo, en ceniza, en agua, en los cuerpos de las bestias ó fleras que los comieron, ó de los mismos hombres, vuelvan nuevamente á lo que fueron: por lo cual Platón y Porfirio, ó por mejor decir, cualquiera de los aficionados, que todavía viven, si creen con nosotros que las almas santas han de volver á los cuerpos (como lo dice Platón), y que no han de volver á pasar males algunos (como lo dice Porfirio), de forma que de aquí se siga lo que predica la fe cristiana, que han de volver á cuerpos de tal calidad en que vivan bienaventuradamente para siempre, sin ningún mal, tomen tambien de Varrón que han de volver á sus mismos cuerpos en que estuvieron antes, y entre ellos quedará resuelta la cuestión de la resurrección de la carne para siempre.



CAPÍTULO XXIX

De la calidad de la visión con que en el futuro siglo verán los santos á Dios.


Vemos ya, auxiliados del divino Espíritu, qué es lo que harán los santos en los cuerpos inmortales y espi rituales, al volver a su carne, no carnal, sino espiri tualmente. Por lo respectivo á aquella acción, é por