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San Agustín

$18 SAN AGUSTÍN Pregunto: ¿Con qué gravedad y disposición de los elementos sucede que arroyos violentísimos y caudalosos, antes que debajo del aire corran por la tierra, estén colgados sobre el aire en las nubes? ¿Y por qué en efecto se halla el aire medio entre lo sumo del cielo y lo más ínfimo de la tierra, por donde quiera que se extiende el orbe, si su lugar propio es entre el cielo y el agua, como el de la agua entre el aire y la tierra?

Finalmente, si el orden de los elementos está de tal manera dispuesto que, según Platón, con los dos medios, esto es, con el aire y con el agua se juntan y traban los dos extremos, esto es, el fuego y la tierra, y que tenga el fuego el supremo lugar del cielo y la tierra, el ínfimo como fundamento del mundo; por cuyo motivo la tierra no puede estar en el cielo, ¿Por qué, pregunto, el mismo fuego se halla en la tierra? Pues según esta razón, de tal suerte deben estar estos dos elementos, fuego y tierra, en sus propios lugares, en el supremo y en el ínfimo, que así como no quieren creer que pueda hallarse en el supremo lo que es peculiar del ínfimo, así tampoco se puede hallar en el ínfimo lo que es del supremo; luego así como piensan que no hay, ó no ha de haber partecilla alguna de la tierra en el cielo, así tampoco habíamos de ver partecilla alguna de fuego en la tierra. Pero no sólo le hallamos en la tierra, sino también debajo de ella; de manera que rebosa por las cimas de los montes, fuera de que vemos por experiencia en el uso común de los hombres que hay fuego en la tierra, y que nace de la tierra; mediante á que también le sacan, extraen y nace de la madera y de las piedras, que son sin duda cuerpos terrenos. Pero dicen que el de arriba es fuego tranquilo, puro, sin perjuicio y sempiterno, y que el de la tierra es turbido, humoso, corruptible y corrompedor. Sin embargo, vemos que no corrompe los montes donde perpetuamente