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San Agustín

anillo se habría quebrado ó soltado; pero viéndole también íntegro, maravillada aun más, parecióle buen pronóstico y seguridad de la salud que esperaba, y desatando la cinta, juntamente con el anillo la arrojó en el río. No darán crédito á este suceso los que no creen que nació nuestro Señor Jesucristo, quedando íntegra y virgen su Madre, ni que entró á visitar sus discipulos estando cerradas las puertas; pero á lo menos busquen y averigüen esta maravilla, y si hallaren que es verdad, creerán también aquélla. La mujer es muy conocida, de familia noble; casada ilustremente, vive en Cartago; insigne es la ciudad, insigne es la persona, no dejarán de manifestar la verdad á los que quisieren examinarla. Por lo menos el mismo santo mártir, por cuya intercesión ella sanó, creyó en el Hijo de la que perinaneció Virgen inmaculada, en el que entró á ver Bus discípulos estando cerradas las puertas. Finalmente, y este es el motivo por que decimos todas estas particularidades, creyó en aquel que subió á los cielos con la misma carne con que resucitó, y por eso obra el Señor tan estupendas maravillas, porque por esta fe puso y dió su vida. Así, pues, también ahora se hacen muchos milagros, obrándolos el mismo Dios por medio de quien quiere y como quiere, el que hizo igualmente aquellos que leemos, aunque éstos no son tan notorios como los otros, y para que no se olviden, se suelen renovar con la frecuente lección de ellos, como preservativo de la memoria. Porque aun donde se pone exacta diligencia, como la que se ha empezado á poner aquí entre nosotros de que se reciten al pueblo los memoriales ó relaciones instrumentales de los que reciben los oficios divinos, los que se hallan presentes lo oyen sola una vez, y los más no se hallan presentes; de manera que ni los que lo presenciaron, pasados algunos dlas se acuerdan de lo que oyeron, y apenas se