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San Agustín

tierra? Si muchos nobles, poderosos y también sabios, dijeran' que ellos lo vieron, y lo que así vieron lo divulgaron, no fuera maravilla que el mundo les hubiese creído, aunque hubiera algunos tercos que no lo creyeran.

Pero si como es positivo, predicándolo y escribiéndolo unos pocos hombres obscuros, bajos é ignorantes que to vieron, ha creído el mundo, ¿por qué unos pocos sumamente obstinados no quieren aun creer al mismo mundo que lo cree? El cual creyó á unos pocos hombres humildes, abatidos é ignorantes, porque en testigos tan despreciables más admirablemente lo persuadió por sí mismo el Espíritu Santo, pues las elegantes arengas con que persuadían, fueron, no palabras, sino obras maravillosas: y los que no vieron resucitar á Cristo en carne, y subir eon ella al cielo, creían á los que decían que lo habían visto, no solo porque lo decían, sino también porque hacían señales milagrosas. Porque á hombres que conocían que no sabían más que un idioma, y cuando más dos, los veían con admiración hablar de improviso en todos idiomas. Que uno que nació tullido de los pies desde el vientre de su madre, al cabo de cuarenta años se levantó sano en virtud de sola una palabra que los apóstoles le dijeron en nombre de Cristo. Que los sudarios y lienzos, que se quitaban de sus cuerpos servían para sanar los enfermos, y que innumerables dolientes oprimidos con varias enfermedades, poniéndose en orden por los caminos por donde habían de pasar, para que les tocase la sombra cuando pasasen, al momento cobraban salud, y otras muchas señales estupendas que hacían en nombre de Cristo. Y, finalmente, veían resucitar los muertos. Si concedieron que estos portentos se obraron, como se lee en los escritos apostólicos, ved aquí cómo á aquellos tres prodigios increibles podemos añadir otros infinitos increibles. Para que crean un suceso increible que se dice de la resu