dormientium in terra, pulvere, ó como algunos han interpretado, agere, exurgent, hi in vitam æternam, et hi in opprobrium, et confusionem æternam; esto es, «en aquellos días se salvarán los de vuestro pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro; y muchos de los que duermen en el polvo ó en las fosas de la tierra se levantarán y resucitarán los unos á la vida eterna, y los otros á la ignominia y confusión sempiterna». Y lo que en otra parte dice por el mismo Profeta: «recibirán el reino los Santos del Altísimo, y le poseerán para siempre por todos los siglos de los siglos»: y poco después «su reino es reino eterno»; y lo demás tocante á esta doctrina que inserté en el libro XX, ó lo que allí dejé de poner y se halla escrito en los mismos libros, habrá de realizar como se realizó lo que los incrédulos presumían que no había de verificarse; porque prometió lo uno y lo otro, y uno y otro dijo que había de venir aquel mismo Dios á quien tiemblan los dioses de los pa ganos, como lo confiesa hasta el mismo Porfirio, famo so filósofo entre los gentiles.
CAPÍTULO IV
Hombres doctos y sabios, oponiéndose al impulso de una autoridad tan plausible como venerable, que é toda clase de gentes, como lo había anunciado ya mucho antes, hizo creer y esperar esto mismo, creen que arguyen enérgicamente contra la resurrección de los cuerpos, con el testimonio de lo que Cicerón dice en el li bro III de República: donde afirmando cómo á Hércules