Página:La ciudad de Dios - Tomo IV.pdf/382

Esta página no ha sido corregida
380
San Agustín

T 380 SAN AGUSTIN hombres, también se dice querer ó voluntad libre, no lo que el Señor quiere, sino lo que hizo que quisiesen los Buyos: así como se dice que conoció lo que hace que se conozca por los que no lo conocían; pues diciéndonos el Apóstol: «ahora que habéis conocido á Dios, habiéndoos conocido antes Dios», no es lícito que creamos que entonces conoció Dios á los que tenía predestinados antes de la creación del mundo»; sino que se dice que entonces conoció lo que hizo que en aquellas circunstancias fuese conocido. Acerca de estas locuciones ó modos de decir recuerdo haber hablado ya en el libro XVI, cap. XXXII, y en otros lugares. Según esta voluntad, pues con la cual decimos que quiere Dios lo que hace que quieran, otros, que ignoran lo venidero, muchas cosas quiere y no, las pone en ejecución.



CAPÍTULO II

De la eterna é inmntable voluntad de Dios.


Porque muchas cosas quieren sus santos que se ejecaten, movidos con la santa voluntad inspirada por Dios, y no se verifican, como cuando ruegan por algunos piadosamente, y no hace Dios lo que le piden, habiendo el mismo Señor impreso en ellos con su espíritu esta voluntad de suplicar. Por eso cuando, según Dios, quieren y ruegan los santos que se salven todos, podemos decir con aquella locución, «quiere Dios y no lo hace», para que digamos que quiere el mismo lo que hace que éstos quieran. Pero según su voluntad, que con su alta presciencia es eterna, sin duda ya hizo en el cielo y en la tierra todo cuanto quiso, no sólo lo pasado y lo presente, sino también lo futuro. Sin embar-