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San Agustín

sin duda no puede decirse que perseveraron en Cristo hasta el fin, mediante á que perseverar en Cristo es perseverar en su fe; cuya fe, según la define el mismo Apóstol (1), «obra por caridad», y la caridad, como lo dice en otro lugar (2), «no hace obras malas». Así que, no puede decirse que comen el cuerpo de Cristo, ni se deben contar entre los miembros de Cristo; porque dejando otras particularidades, no pueden estar juntamente (3) «los miebros de Cristo y los miembros de la ramera». Finalmente, el mismo Cristo diciendo (4) «el que come mi carne y bebe mi sangre, en mí queda y yo en él»: nos manifiesta lo que es el comer, no sólo sacramentalmente, sino realmente el cuerpo de Cristo, y el beber su sangre, porque esto es quedar en Cristo, y que quede también en el Cristo; pues dijo estas expresiones como si dijera: el que no queda en mí y en quien no quedo yo, no diga ó imagine que come mi cuerpo ó bebe mi sangre con fruto; de modo que no quedan en Cristo los que no son sus miembros. Y no son miembros de Cristo los que se hacen miembros de la ramera, sino es dejando de ser pecadores por la penitencia y volviéndose buenos por la reconciliación.



CAPÍTULO XXVI

Qué cosa sea tener á Cristo en el fundamonto y á quiénes se promete la salud casi por medio del fuego.


Pero tienen (dicen) los cristianos católicos por fundamento de su creencia á Cristo, de cuya unión no se (1) San Pablo, ep, á los Gálatus, cap. V.

(2) Idem, I ep. á los Corintios, cap. XIII.

(3) San Juan, cap. VI.

(4) Idem, Evang, lug. cit.