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San Agustín

naseis á los hombres sus pecados, también os perdonará á vosotros vuestro Padre vuestros pecados; y si no perdonaseis á los hombres, tampoco vuestro Padre, que está en los cielos, os perdonará á vosotros». Luego á esta especie de limosna y misericordia pertenece también lo que dice el apóstol Santiago: que se usará de juicio sin misericordia con el que no hizo misericordia. Y no dijo el Señor, dicen, grandes ó pequeños pecados, sino os perdonará vuestro Padre vuestros pecados, si vosotros igualmente perdonaseis á los hombres. Por lo mismo presumen que á los que viven mal, hasta que acaben el último período de su vida se les perdonará diariamente por esta oración todos los pecados de cualquiera calidad y cantidad que fueren, así como se dice cada día la misma oración; con tal que sólo se acuerden de que cuando les piden perdón los que los han ofendido con cualquiera injuria, se le perdone de corazón.

Luego que haya respondido á todas estas objeciones, con el favor de Dios habré dado fin á este libro.

CAPÍTULO XXIII Contra los que dicen que no han de ser perpetuos los tormentos del demonio, ni les de los hombres impios, Primeramente conviene que averigüemos y sepamos por qué la Iglesia no ha podido tolerar la doctrina de los que prometen al demonio, despues de muy terribles y largas penas, la purgación ó el perdón; porque tantos santos y tan instruidos en la Sagrada Escritura del Nuevo y Viejo Testamento, no hemos de decir que envidiaron la purificación y la bienaventuranza del reino de los cielos, después de los tormentos de cualquiera