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La ciudad de Dios

CAPÍTULO XX

De los que prometen el perdón á todos los católicos, aunque después incurrirán en herejía ó idolatria.


Hay otros que prometen igual felicidad, no á todos los que han recibido el Sacramento del Bautismo de Jesucristo y su sacrosanto cuerpo, sino sólo á los católicos, aunque vivan mal, porque no sólo sacramentalmente, sino realmente comieron el cuerpo de Cristo estando en el mismo cuerpo, de quienes dice el apóstol (1): «aunque muchos somos un pan, y componemos un solo cuerpo»; de forma que aunque después incurran en algún error herético ó en la idolatría de los gentiles, sólo porque en el cuerpo de Cristo, esto es, en la Iglesia caólica recibieron el bautismo de Cristo y comieron el cuerpo de Cristo, no llegan á morir para siempre, sino que al fin alguna vez vienen á conseguir la vida eterna; y toda aquella impiedad, aunque sea muy grande, no afectará á la duración y grandeza de las penas, pero no ocasionará que sean eternas.



CAPÍTULO XXI

De los que enseñan que los que permanecen en la fe católica, aunque vivan perversamente, y por esto merezcan ser quemados, se han de salvar por su creencia en la fe.


Hay también algunos que por lo que dice la Sagrada Escritura (2): «que el que perseverare hasta el fin, se (1) San Pablo, II ep. á los Corintios, oap. X.

(2) San Mateo, cap. XXIV.