mos á éstos que hay efectivamente algunos animales corruptibles porque son mortales, que, sin embargo, viven en medio del fuego, y que asimismo se halla cierto género de gusanos en los manantiales de aguas cálidas ó termales, cuyo calor ninguno participa de él que no sea lastimado, y ellos no sólo viven dentro de él sin padecer daño, sino que fuera de aquel lugar no pueden vivir, seguramente que cuando así les mostremos este raro fenómeno, ó no lo querrán creer si no se lo podemos manifestar con la evidencia, ó si podemos evidenciárselo registrándolo por sus propios ojos ó probarlo con testigos idóneos, con la misma incredulidad instan y porfían que no basta esta demostración para ejemplo ó legítima consecuencia de la cuestión que se trata, por cuanto los tales animales no viven siempre, y en el citado calor viven sin dolor, en atención á que en aquellos elementos, siendo convenientes y proporcionados á su naturaleza, vegetan y se substentan y no se lastiman ó acongojan, como si no fuera más increible vegetarse, nutrirse y substentarse con semejante alimento, que lastimarse y menoscabarse con él. Porque maravilla es sentir dolor en el fuego, y, con todo, vivir; pero aun es mayor maravilla vivir en el fuego, y no sentir dolor. Y si esto se cree, ¿por qué no lo otro?
CAPÍTULO III
Pero, dicen, ningún cuerpo hay que pueda sentir dolor y que no pueda morir. ¿Y esto de dónde lo sabemos?
Porque ¿quién está seguro de si los demonios sienten