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San Agustín

jera: cuando os haya transformado vuestra culpa en peores y mi gracia en mejores, yo no me mudo. Dice que será él testigo, porque en su juicio no tendrá necesidad de testigos. Y éste será pronto y veloz, ó porque vendrá de improviso, y con su impensada venida será un juicio acelerado y brevísimo el que nos parecía á nuestro corto modo de aprender tardísimo, ó porque convencerá á las mismas conciencias sin prolijidad alguna de palabras; pues como dice la Escritura (1): «Conocerá Dios y examinará los pensamientos de los impíos»; y el Apóstol (2): «Según que sus propios pensamientos los acusaren ó excusaren, conforme á ellos los juzgará Dios el día en que vendrá á juzgar los secretos de los hombres por Jesucristo, según el Evangelio que yo os he predicado». Luego también debemos entender que será el Señor testigo veloz, cuando sin dilación nos traerá á la memoria cuanto pueda convencernos, y nos castigará la conciencia.

SAN AGUSTIN



CAPÍTULO XXVII

Del apartamiento de los buenos y de los malos, por el cual se declara la división que habrá en el juicio final.


Lo que con otro intento referi de este mismo Profeta en el libro XVIII, pertenece tambien al juicio final, donde dice (3): «Ya tendré yo á estos, dice el Señor Todopoderoso, en el día que tengo de hacer lo que digo, como hacienda mía propia; yo los tendré escogidos, (1) Libro Sapientisimo, cap. I.

(3) San Pablo, op. á los Romanos, cap. II.

(8) Malachias, cap. III.