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La ciudad de Dios

modo de decir se nos significó que los que padecerán los tormentos estarán fuera. Y así también el Señor llamó á aquellos lugares tinieblas exteriores, cuya contraposición es aquel intra que dice al buen siervo (1): «entra en el gozo de tu Señor», para que no pensemos que allá entran los malos, á fin de que se sepa y tengan noticia de ellos; antes sí parece que salen á ellos los buenos por la ciencia con que los han de conocer, porque han de comprender y tener exacta noticia de lo que está fuera; pues los que estarán en las penas no sabrán lo que se hace allá dentro en el gozo del Señor. Pero los que estuvieren en aquel gozo, sabrán lo que pasará allá fuera en las tinieblas exteriores. Y por eso dijo saldrán, porque no se les esconderán ni aun los que estarán allá fuera; en atención á que si los Profetas pudieron saber estos ocultos sucesos antes que acaeciesen, porque estaba Dios, por muy poco que fuese, en el espiritu de aquellos hombres mortales, ¿cómo no han de saber entonces las cosas ya sucedidas los Santos inmortales, cuando Deus erit omnia in omnibus, «Dios estará y será todo en todos?» Permanecerá, pues, en aquella bienaventuranza la descendencia y nombre de los Santos: la descendencia, es á saber, de la que dice San Juan et semen ejus in ipso manet, «que su descendencia permanecerá en él».

Y el nombre del cual, por el mismo Isaías, dice: nomen æternum dabo eis, et erit ejus mensis ex mense, et Sábbatum ea Sabbato, «ies dare un nombre eterno, y tendrán un mes después de otro, y un sábado después de otro sábado»: como quien dice luna tras luna, y descanso tras descanso: esto es, sus fiestas y solemnidades serán perpetuas, cuyas dos cosas las tendrán ellos cuando pasaren de estas sombras viejas y temporales á aquellas (1) San Mateo, cap. XXV, v. 8.