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La ciudad de Dios

pos muertos cuando viniere Cristo á juzgar los vivos y muertos, y no es vana en esto nuestra fe, porque no po damos perfectamente comprender el cómo ha de ser.

Tiempo es ya, como prometimos arriba, de que manifestemos lo que pareciere bastante, de lo que dijeron también los profetas en el Viejo Testamento de este último y final juicio de Dios. En lo cual, á lo que entiendo, no será necesario. detenernos macho, si procurare el lector valerse de lo que hemos ya dicho.



CAPÍTULO XXI

Qué es lo que el profeta Isaias dice de la resurrección de los muertos y de la retribución del juicio.


El profeta Isaías dice (1): «Resucitarán los muertos, y resucitarán los que estaban en las sepulturas, y se alegrarán todos los que están en la tierra; porque el rocío, que procede de ti les dará la salud; pero la tierra de los impíos caerá». Las primeras expresiones de este vaticinio pertenecen á la resurrección de los bienaventurados; mas en aquellas donde expresa que la tierra de los impíos caerá, se entiende bien claro que los cuerpos de los impíos caerán en la eterna condenación. Y si quísiéremos reflexionar con exactitud y distinción lo que dice de la resurrección de los buenos, hallaremos que á la primera se debe referir lo que insinúa: «reaucitarán los muertos»; y á la segunda lo que sigue: «y resucitarán los que estaban en las sepulturas». Y si más adelante quisiéremos saber de aquellos Santos que en la tierra hallará vivos el Señor, congruamente se les (1) Isaias, cap. XXVI, v. 19.