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La ciudad de Dios

de promisión, los reyes de Grecia instituyeron a los falsos dioses ciertas solemnidades sagradas, con las cuales en solemnes fiestas celebraban la memoria del diluvio, y cómo los hombres se libertaron de él y de las calamidades que entonces sufrieron, ya subiéndose á lo más elevado de los montes, ya bajando á vivir en los valles, porque la subida y bajada de los lupercos por la calle que llaman Via sacra así la interpretan, diciendo que nos significan los hombres que por la inundación de las aguas subieron á las cumbres de los montes, y al volver éstas á su antiguo cauce, descendieron aquéllos á los llanos. Por estos tiempos dicen que Dionisio, que también se llama Padre Liber, tenido por dios después de su muerte, descubrió en la tierra de Atenas el uso de la vid á un huésped suyo. Por entonces se establecieron asimismo los juegos músicos dedicados á Apolo Délfico para aplacar su ira, por cuya causa pensaban que habían padecido esterilidad las provincias de Grecia porque no defendieron su templo, quemado por el rey Danao cuando hizo guerra á aquellas tierras. Y que le instituyesen estos juegos, él mismo lo advirtió con su oráculo; pero en la tierra de Atenas el primero que le dedicó juegos fué el rey Erictonio (y no sólo á él, sino también á Minerva), en los cuales á los vencedores les daban por premio aceite, porque dicen que Minerva fué la inventora y descubridora del fruto de la oliva, así como Liber del vino. Por este tiempo, Janto, rey de Creta, cuyo nombre hallamos díferente en otros, dicen que robó á Europa, en quien hubo á Radamanto, Sarpedón y Minos, los cuales, sin embargo, es fama común que son hijos de Júpiter, habidos en esta mujer; pero los que profesan la religión de semejantes dioses, lo que hemos insinuado del rey de Creta lo atribuyen á la verdad de la historia, y lo que cuentan de Júpiter los poetas, resuena en los tes-