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La ciudad de Dios

el resplandor de su presencia á aquel cuya venida será según la operación de Satanás con todo su poder, con señales y prodigios mentirosos, y con toda maliciosa sedición, para engañar y perder a los perdidos réprobos, porque no recibieron el amor de la verdad para que se salvaran. Y por esto les enviará Dios un espíritu de error, á efecto de que crean la mentira y sean juzgados y condenados todos los que no creyeren la verdad, sino que consintieron y aprobaron la maldad»».

No hay duda que todo esto lo dice del Antecristo y del día del juicio; porque este día del Señor, dice que no vendrá hasta que venga primero aquel que llama rebelde á Dios nuestro Señor: lo cual, si puede decirse de todos los malos, ¿cuánto más de éste? Pero en qué templo de Dios se haya de sentar como Dios, es incierto si será en aquellas ruinas del templo que edificó el rey Salomón, ó en la Iglesia, porque á ningún templo de los ídolos ó demonios llamará el Apóstol templo de Dios.

Algunos quieren que en este lugar por el Antecristo Be entienda, no el mismo príncipe y cabeza, sino en cierto modo todo su cuerpo, ésto es, la muchedumbre de los hombres que pertenecen á él juntamente con su príncipe. Y piensan que mejor se dirá en latin, como está en el griego, no in templo Dei, sino in templum Dei sedeat, como si él fuese el templo de Dios, esto es, la Iglesia; como decimos, sedet in amicum, esto es, como amigo. Lo que dice «y ahora bien sabéis lo que le detiene», esto es, ya sabéis la causa de su tardanza y dilación para que se descubra aquél á su tiempo, y porque dijo que lo sabían ellos, no quiso decirlo expresamente. Nosotros, que ignoramos lo que aquéllos sabian, deseamos alcanzar con trabajos y penalidades lo que quiso decir el Apóstol, y no podemos; especialmente porque lo que añade después hace más obscuro y misterioso el sentido. ¿Qué quiere decir: «porque ya ahora