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San Agustín

CAPÍTULO XIX

De lo que el apóstol San Pablo escribió á los Tesalonicenses, y de la manifestación del Antecristo, después del cual seguirá el día del Señor.


Bien advierto que necesito omitir muchas circunstancias que ocurren y están escritas sobre este último y final juicio de Dios en los libros evangélicos y apostólicos, porque no abulte demasiado este volumen; pero por ningún pretexto debemos pasar en silencio lo que el apóstol San Pablo escribe á los Tesalonicenses (1).

«Os rogamos, hermanos, dice, por la venida de nuestro Señor Jesucristo, y por la congregación de los que nos hemos de unir con el Señor, que no os apartéis fácilmente de vuestro dictámen, ni os atemoricéis, ni por algún espíritu, por palabra, ni por carta enviada en mi nombre, anunciando que llega ya la venida del Señor; no os engañe alguno; porque antes vendrá aquel rebelde, y se manifestará aquel hombre hijo del pecado y de la perdición, el cual se opondrá y levantará contra toda doctrina, y sobre todo lo que se dice y cree de Dios en la tierra: de suerte que llegará á sentarse en el templo de Dios, vendiéndose á sí mismo por Dios. ¿No os acordáis que cuando estaba aun con vosotros os decía esto?

Bien sabéis lo que ahora detiene que se manifieste aquél á su tiempo, porque ya en la actualidad principia á obrar el misterio de la iniquidad: sólo el que tiene ahora, tenga hasta que se quite de en medio, y entonces se manifestará aquel malvado á quien el Señor quitará la vida con el aliento de su boca, y deshará con (1) San Pablo, II. ep. á los Thesalonicenses, cap. II., vers. I y siguientes.