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San Agustín

arrinconarán, apretarán y encerrarán en las angustias de la tribulación. Y no desamparará su milicia, la que mereció que la llamasen con nombre de ejército.



CAPÍTULO XII

Si pertenece al último castigo de los malos lo que dice que bajó facgo del cielo, y los consumid.


Sobre lo que dice que descendió fuego del cielo y los consumió (1), no debemos entender que éste es aquel último final castigo, que será cuando se les dirá: «Idos de mi, malditos, al fuego eterno», porque entonces ellos serán los que irán al fuego, y no el fuego el que veadrá del cielo sobre ellos. Aquí bien podemos entender por este fuego que baja del cielo la misma firmeza de los santos, con que han de resistir y no ceder á aus perseguidores, para hacer la voluntad de éstos, pues firmamento es el cielo, cuya firmeza los afligirá y atormentará con ardentísimo rencor y celo, por no haber podido atraer á los santos de Cristo al bando del Antecristo. Y éste será el fuego que los consumirá, el cual enviará Dios, porque por beneficio y gracia suya son invencibles los santos, por lo que rabiarán y se consumirán sus enemigos, en atención á que así como se toma el celo en buena parte, donde dice (2): «el celo de tu casa me consume», así, por el contrario, se toma en contraria acepción, esto es, en mala parte, donde dice (3): «ocupó el celo al pueblo ignorante». El fuego del cual aquí se habla consumirá á los contrarios, que (1) Apocalipsis, cap. XX, v. 9, (2) Salmo 68.

(3) Salmo idem.