Página:La ciudad de Dios - Tomo IV.pdf/222

Esta página no ha sido corregida
220
San Agustín

las naciones de fuertes y de flacos, de forma que con la virtud de la fe robustísima y corroborada con las profecías del cielo ya cumplidas, le pudiese quitar los vasos, aunque estuviese suelto. Porque así como debemos confesar que se resfría la caridad de muchos cuando abunda la iniquidad, y sobreviniendo las grandísimas y nunca vistas persecuciones y engaños del demonio, que andará ya suelto, muchos que no están escritos en el libro de la vida se le rendirán, así también debemos imaginar que no solo los fieles buenos que alcanzarán aquellos tiempos, sino también algunos de los que estarán todavía fuera por convertir, con los auxilios de la divina gracia, leyendo y considerando los Divinas Escrituras, en las cuales está profetizado entre las demás cosas el mismo fin, que verán ya venir, estarán más firmes para creer lo que no creían, y más fuertes y valerosos para vencer al demonio, aunque no esté atado: lo cual, si ha de ser así, debe creerse que precedió el atarle para que continuase el saquearlo y despojarle estando atado y estando suelto, porque esto quiere decir la Escritura cuando insinúa que ninguno entrará en la casa del fuerte para saquearle aus vasos y alhajas si primero no le atase.



CAPÍTULO IX

En qué consiste el reino en que reinarán los santos con Cristo por mil años, y en qué se diferencia del reino eterno.


Entretanto que está amarrado el demonio por el espacio de mil años, los santos de Dios reinarán con Cristo también otros mil años, los mismos sin duda; y deben entenderse en los mismos términos, esto es, ahora,