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San Agustín

CAPÍTULO VII

De los mil años de que se habla en el Apocalipsis de San Juan, y qué es lo que racionalmente debe entenderse.


De estas dos resurrecciones habla de tal manera en el libro de su Apocalipsis el Evangelista San Joan, que la primera de ellas algunos de nuestros escritores no solo no la han entendido, sino que la han convertido en fábulas ridículas, porque en el libro citado dice así: «Yo vi bajar del Cielo un ángel, que tenia la llave del abismo y una grande cadena en su mano; él tomó al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y le ató por mil años, y habiéndole precipitado al abismo, le encerró en él y lo selló, para que no se duzca más á las naciones, hasta que sean cumplidos los mil años, después de lo cual debe ser desatado por un poco de tiempo. Vi también unos tronos, y á los que se sentaron en ellos se les dió el poder de juzgar.

Vi más, las almas de los que habían sido decapitados por haber dado testimonio á Jesús y por la palabra de Dios, y que no adoraron la bestia ni su imagen, ni recibieron su señal en las frentes ni en las manos; y éstos vivieron y reinaron con Jesucristo mil años. Los otros muertos no volverán á la vida hasta que sean cumplidos mil años, esta es la primera resurrección; bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene poder en ellos, y ellos serán sacerdotes de Dios y de Jesucristo, con quien reinarán mil años.» Los que por las palabras de este libro sospecharon que la primera resurrección ha de ser corporal, se han movido á pensar así entre varias causas, particularmente por el número de los mil