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La ciudad de Dios

.3 con que declaran las cosas que definen, y que de ellos procede y dimana toda la forma y estilo con que se aprende y enseña. Sobre cuya aserción no puedo menos de llenarme de admiración cuando dicen que no son hermosos sino los sabios, y al mismo tiempo no puedo comprender con qué sentidos del cuerpo ven esta hermosura, y con qué ojos carnales advierten la forma y belleza de la sabiduría. Mas estos otros, que con razón anteponemos á los demás, distinguieron las cosas que vemos con el entendimiento de las que tocamos con el sentido, no defraudando á los sentidos lo mismo que pueden en virtud de sus facultades, ni dándoles más de lo que pueden; y dijeron que la luz del entendimiento para aprender y saber todas las cosas era el mismo Dios, por quien fueron hechas todas.



CAPÍTULO VIII

Que también en la filosofia moral tienen el primer lugar los platónicos.


La tercera y última parte es la moral, que en griego dicen Ethica, donde se trata y busca aquel sumo bien, al cual, refiriendo nosotros todas nuestras acciones, deseándolo por sí sólo y no por otro, y consiguiéndolo por último, no tengamos que buscar más para ser bienaventurados: por cuya razón se llama también fin, mediante é que por él anhelamos á la obtención y posesión de las demás virtudes; más á aquel sumo bien no se le busca sino por sí propio. Este bien beatífico unos dijeron que le venía al hombre del cuerpo, otros del alma, otros de ambos juntamente; porque advertian que el hombre constaba de alma y cuerpo, creyendo,