cuando se perciben vistas y examinadas con las luces del entendimiento, y de otra manera cuando se escriben en el polvo: de un modo se describe la justicia en la inmutable verdad, y de otro en el alma del justo: y así consecutivamente lo demás, como el firmamento que observamos haber entre las aguas superiores y las inferiores que se llamó cielo, como en la tierra la congregación de las aguas y la aparición y descubrimiento de la tierra, la creación y formación de las hierbas y de las plantas, como la creación del sol, luna y estrellas, como la de los animales que viven en el aire y en las aguas, es á saber, de los volátiles y peces, y las de las bestias grandes que nadan; como la de otras cualesquie ra que andan pié ó arrastrando por la tierra, y la del mismo hombre que excede en excelencia y nobleza á todos los entes creados. Todas estas cosas, de una manera las conocen los ángeles en el Verbo divino, donde existen aus causas y razones de subsistencia, según las cuales fueron criadas, permanentes é inmutables, y de otra manera en sí propias: allí participan de un conocimiento más claro, aquí de uno más confuso, como en el conocimiento del arte y de las obras, las cuales obras, sin embargo, cuando se refieren en alabanza y honra de su Criador, amanece y sale la luz como una apacible mañana en los entendimientos de los que las contemplan atentamente,
CAPÍTULO XXX
Y estas por la perfección del número senario, repitiendo un mismo día seis veces, se refiere que se con-