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San Agustín

y de nadie era vencido, pues socorrís á los que lo habían menester, tenía poder para impeler, estar permanente, establecer, trastornar, sostenía y sustentaba el mundo como una viga ó puntal, todo lo mantiene y sustenta, y, finalmente, con la ruma, esto es, la.teta y los pechos, cria los animales. Entre estas prerrogativas, como hemos visto, algunas son grandes y otras pequeñas, y, con todo, dicen que uno es el que lo hace todo.

Pienso que las causas y principios de las cosas, que es el motivo por que quisieron que un mundo fuese dos dioses, Júpíter y Jano, están entre sí más conexas y adherentes que su opinión, mediante la cual aseguran que contiene en sí al mundo, y que da la leche á los animales para su nutrición; y, no obstante, para deáempeñar estos dos ministerios, tan distintos entre si en virtud y en dignidad, no fué preciso que fuesen dos dioses, sino un Júpiter, que por el primero se llamó Tigilo, viga ó puntal que tiene y sustenta, y por el segundo, Rumino, que da la teta; no quiero decir que por dar el pecho á los animales que maman, mejor se le pudo llamar Juno que Júpiter, mayormente habiendo también otra diosa Rumina, que en este cargo le podia ayudar é servir, porque imagino responderán que Juno no es otra cosa que Júpiter conforme á los versos de Valerio Sorano, donde dice: «Júpiter todopoderoso es el progenitor de los reyes, de las cosas naturales y de los dioses, y progenitora de los dioses.» Pero, pregunto: ¿por qué se llamó tambien Rumino, pues es el mismo en el concepto de los que quizá con alguna más exactitud y curiosidad lo consideran aquella diosa Rumina?

Porque si con razón pareció impropio de la majestad de las diosas que en una sola espiga uno cuidase del nudo de la caña y otro del hollejo, ¿cuánto más indecoroso es que de un oficio tan infimo y bajo como es dar de mamar á los animales, cuide la autoridad de los dioses SAN AGUSTIN 9.