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San Agustín

do no es dios, sino, ó sola su alma, ó juntamente el cuerpo y el alma; pero de tal modo, que no sea dios por l cuerpo, sino por el alma; por la misma razón, si Jano es el mundo y dios es Jano, ¿querrán acaso decir que Júpiter, para que pueda ser dios, es necesario sea alguna parte de Jano? Seguramente que no; antes por el contrario, suelen atribuir el poder absoluto sobre todo el universo á Júpiter, y por eso dijo Virgilio: «que todo el mundo estaba lleno de Júpiter.» Así que Júpiter, para que sea dios, y especialmente rey y monarca de los dioses, no pueden imaginar sea otro que el mundo, para que así reine sobre los demás dioses, que, según éstos, son sus partes. Conforme á esta opinión, el mismo Varrón, en el libro que compuso distinto de éstos, acerca del culto y reverencia de los dioses, declara unos versos de Valerio Sorano, que dicen así: «Júpiter todopoderoao es el progenitor de los reyes, de las cosas naturales y de todos los dioses, y el progenitor de los dioses es un dios y todos los dioses.» Explóranse, pues, los insinuados versos en aquel libro, en términos de que entienden que Júpiter es la persona masculina que expele el semen, y la femenina que la recibe: que el mundo es Júpiter, que éste de sí arroja ó produce todas las semillas, y que las recibe en sí, y por esto dice escribió Sorano que Júpiter era progenitor y progenitora, y que con justa razón este mismo solo era todas las cosas, porque el mundo es uno y en él solo se contienen todas las cosas.



CAPÍTULO X

Si es buena la distinción de Jano y de Júpiter.


Siendo, pues, Jano el mundo, y siendo asimismo Júpiter el mundo, y siendo uno solo el mundo, ¿por qué