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La ciudad de Dios

dote más estimable con que enriquecer al hombre, y colocaron á Juno, porque es Interduca y Domiduca, como si aprovechara el comenzar á andar é ir á casa cuando el entendimiento no es bueno, omitiendo los electores el conferir el lugar más distinguido entre los dioses selectos á la deidad que suministra un beneficio tan singular como apreciable? A quien sin duda debieran preferir á Minerva, como que á ésta, entre los menudos oficios de los niños la atribuyeron la memoria; porque ¿quién duda que es mucho mejor tener buena mente ó entendimiento que memoria, por grande que sea? Porque ninguno que tiene buen entendimiento es malo; y algunos que son perversos tienen maravillosa memoria, por lo que son tanto peores cuanto menos pueden olvidar el mal en que piensan: y con todo, Minerva está entre los dioses escogidos, y la diosa Mente arrinconada y metida entre la turba y vil canalla: ¿pues qué diré de la Virtud? ¿Qué de la Felicidad? De las cuales referimos en el libro IV que, teniéndolas por diosas, no las quisieron dar lugar alguno entre los dioses escogidos, siendo así que se le dieron á Marte y al Orco, el uno ministro de muertes, y el otro acogedor de muertos; viendo, pues, en estos oficios menudos, que particularmente se distribuyen entre muchos dioses, ocuparse, como si fuera un Senado juntamente con su pueblo, á los mismos dioses escogidos, y advirtiendo que algunas de estas deidades, que les pareció no eran aptas para ser elegidas, desempeñan encargos mucho mayores y más honoríficos que los que llaman escogidos: resta imaginemos que se llamaron selectos y principales, no por regentar offcios más excelentes en el mundo, sino por cuanto sucedió que fueron más conocidos en el vulgo: y así dice también el mismo Varrón, que así como acontece á los hombres, así les había sucedido la ignobilidad ó bajeza, como el ser poco conocidos, á algunos dioses padres y