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CAPÍTULO XIII.

35 Y por eso mismo dice en otra parte: No permitirás que tu Santo Hijo experimente la corrupcion.

36 Pues por lo que hace á David, sabemos que despues de haber servido en su tiempo á los designios de Dios, cerró los ojos; y fue sepultado con sus padres, y padeció la corrupcion como los demas.

37 Pero aquel, á quien Dios ha resucitado de entre los muertos, no ha experimentado ninguna corrupcion.

38 Ahora pues, hermanos mios, tened entendido que por medio de este se os ofrece la remision de los pecados [1]; y de todas las manchas, de que no habeis podido ser justificados en virtud de la Ley mosáica,

39 todo aquel que cree en él, es justificado [2].

40 Por tanto mirad no recaiga sobre vosotros lo que se. halla dicho en los Profetas [3]:

41 Reparad, burladores de mi palabra, llenáos de pavor, y quedad desolados; porque yo voy á ejecutar una obra en vuestros dias, obra que no acabaréis de creerla, por mas que os la cuenten y aseguren [4].

42 Al tiempo de salir, les suplicaban que al sábado siguiente les hablasen tambien del mismo asunto.


  1. Y que cualquiera que cree en él, es justificado por él de todas las cosas de que no habeis podido ser justificados por la Ley de Moysés.
  2. Y cuantos lo fueron en la Ley antigua, lo fueron por la fé en el Mesías.
  3. Habac. I. v.5.
  4. Esto es, será arrasado ese Lugar santo, dejaréis de ser mi pueblo, y formaré otro de todas las naciones.