9 Entonces llorarán, y harán duelo sobre ella los reyes de la tierra, que vivieron con ella amancebados, y en deleites, al ver el humo de su incendio;
10 puestos á lo lejos por miedo de sus tormentos, dirán: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad de Babylonia, de aquella ciudad poderosa! ¡Ay, en un instante ha llegado tu juicio!
11 Y los negociantes de la tierra prorumpirán en llantos y lamentos sobre la misma, porque nadie comprara ya sus mercaderías;
12 mercaderias de oro, y de plata, y de pedrería, y de perlas, y de lino delicado, y de púrpura, y de seda. y de escarlata, ó grana, (y de toda madera olorosa, y de toda suerte de muebles de marfil y de piedras preciosas, y de bronce, y de hierro, y de mármol,
13 y de cinamomo ó canela) y de perfumes, y de ungüentos olorosos, y de incienso, y de vino, y de aceite, y de flor de harina, y de trigo, y de bestias de carga, y de ovejas, y de caballos, y de carrozas, y de esclavos, y de vidas de hombres ó de gladiadores.
14 ¡Oh Babylonia! las frutas sabrosas al apetito de tu alma te han faltado [1], todo lo sustancioso y espléndido pereció para tí, ni lo hallarás ya mas.
15 Así los traficantes de estas cosas, que se hicieron ricos, se pondrán lejos de ella por miedo de sus tormentos, y gimiendo y llorando,
16 dirán: ¡Ay, ay de la ciudad grande, que an—
- ↑ Se acabó el tiempo de tus placeres.