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LIBRO DEL APOCALYPSI.

3 Y me arrebató en espíritu al desierto. Y vi á una muger sentada sobre una bestia bermeja, llena de nombres de blasfemia, que tenia siete cabezas y diez cuernos.

4 Y la muger estaba vestida de púrpura y de escarlata, y adornada de oro, y de piedras preciosas, y de perlas, teniendo en su mano una taza de oro, llena de abominacion, y de la inmundicia de sus fornicaciones;

5 y en la frente tenia escrito este nombre: Misterio: Babylonia la grande, madre de las deshonestidades y abominaciones de la tierra.

6 Y vi á esta muger embriagada con la sangre de


    modo llama al abandono de Dios y de sus mandamientos. Vários intérpretes antiguos, con san Gerónimo, entendieron por esta Babylonia á Roma pagana, entregada á toda suerte de idolatría, y perseguidora de la Iglesia. Otros, como san Agustin (Enarral. 2 in Ps. XXVI.), creen que significa la masa general de todos los impíos de todos lugares, y de todos los tiempos. Realmente es muy difícil aplicar á una sola ciudad cuanto se dice de Babylonia. Y el mismo Profeta dice (v. 9 y 10.) que los siete montes sobre que se representa sentada la meretriz, son siete reyes. Además esta mala muger se contrapone á la que se describe en el cap. XII, la cual es una figura de la Iglesia ó congregacion de todos los escogidos. Pero aunque se entienda de Roma, siempre ha de ser de tal modo, que vengan comprendidas todas las ciudades impias ó la masa de todos los réprobos. Véanse. Jerem. LI. v.7.—Is. XXVIII. v.7.