Página:La Sagrada Biblia (XIV).djvu/608

Esta página ha sido corregida
300
LIBRO DEL APOCALYPSI.

duría, y accion de gracias, honra, y poder, y fortaleza á nuestro Dios por los siglos de los siglos: Amen.

13 En esto hablándome uno de los ancianos, me preguntó: Esos, que están cubiertos de blancas vestiduras, ¿quiénes son? y ¿de dónde han venido?

14 Yo le dije: Mi señor, tú lo sabes. Entónces me dijo: Estos son, los que han venido de una tribulacion grande, y lavaron sus vestiduras, y las blanquearon ó purificaron en la sangre del Cordero:

15 por esto están ante el sólio de Dios, y le sirven alabándole dia y noche en su Templo; y aquel que está sentado en el sólio, habitará en medio de ellos:

16 ya no tendrán, hambre, ni sed, ni descargará sobre ellos el sol, ni el bochorno [1];

17 porque el Cordero que está en medio del sólio, será su pastor, y los llevará á fuentes de aguas vivas, y Dios enjugará todas las lágrimas de sus ojos [2].

CAPÍTULO VIII.
Abierto ya el sello séptimo, se aparecen siete ángeles con siete trompetas; tocan los cuatro primeros cada uno la suya; cae fuego, la mar se altera, las aguas se vuelven amargas, y las estrellas pierden su resplandor.

1 Y cuando el Cordero hubo abierto el séptimo sello, siguióse un gran silencio en el cielo, cosa de media hora [3].


  1. Ni ardor, ó incomodidad alguna Is. XLIX. v.10.
  2. Psalm. XXXV. v.9.—Is. XXV. v.8.
  3. Alude al rito del Templo, durante el incienso; en cuyo