Página:La Sagrada Biblia (XIV).djvu/565

Esta página ha sido corregida
257
CAPÍTULO IV.

timonio de que el Padre envió á su Hijo para ser el salvador del mundo.

15 Cualquiera que confesáre [1] que Jesus es el Hijo de Dios, Dios está en él, y él en Dios.

16 Nosotros asimismo hemos conocido, y creido el amor que nos tiene Dios. Dios es caridad ó amor; y el que permanece en la caridad, en Dios permanece, y Dios en él.

17 En esto está la perfecta caridad de Dios con nosotros, que nos da confianza para el dia del juicio, pues que como él es [2], así somos nosotros en este mundo.

18 En la caridad no hay temor [3], antes la perfecta caridad echa fuera al temor servil, porque el temor tiene pena [4]; y así el que teme, no es consumado en la caridad.

19 Amemos pues á Dios, ya que Dios nos amó el primero [5].

20 Si alguno dice: Sí, yo amo á Dios; al paso que aborrece á su hermano, es un mentiroso. Pues el que no ama á su hermano á quien vé, ¿a Dios, a quien no vé, cómo podrá amarle?


  1. Con viva fé, animada de la caridad.
  2. O fue durante su vida perseguido y condenado.
  3. Toda ella inspira confianza.
  4. O va acompañado de afliccion.
  5. Y manifestémosle mas nuestro amor, amando por amor suyo á nuestros prójimos. Otros traducen: Nosotros, pues, amamos á Dios, porque él nos amó antes.