Jesu-Christo, serémos semejantes á él en la gloria, porque le verémos como el es [1].
3 Entre tanto quien tiene tal esperanza en él, se santifica á sí mismo [2], así como él es tambien santo.
4 Cualquiera que comete pecado, por lo mismo comete una injusticia, pues el pecado es injusticia [3].
5 Y bien sabeis que él vino para quitar nuestros pecados; y en él no cabe pecado.
6 Todo aquel que permanece en él, no peca; y cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.
7 Hijitos mios, nadie os engaño. Quien ejercita la justicia, es justo, asi como lo es tambien Jesu-Christo.
8 Quien comete pecado, del diablo es hijo [4], porque el diablo desde el momento de su caida continúa pecando. Por eso vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
9 Todo aquel que nació de Dios, no hace pecado; porque la semilla de Dios, que es la gracia santificante, mora en él, y si no la echa de sí no puede pecar, porque es hijo de Dios.
10 Por aquí se distinguen los hijos de Dios de los hijos del diablo. Todo aquel que no practica la jus-