3 estando ciertos ante todas cosas, de que vendrán en los últimos tiempos impostores artificiosos, arrastrados de sus propias pasiones,
4 diciendo: ¿Dónde está la promesa ó el segundo advenimiento de este [1]? porque desde la muerte de nuestros padres ó Patriarcas, todas las cosas permanecen del modo mismo que al principio fueron criadas.
5 Y es que no saben, porque quieren ignorarlo, que al principio fue criado el cielo por la palabra de Dios, como asimismo la tierra [2], la cual apareció salida del agua, y subsiste en medio de ella;
6 y que por tales cosas, el mundo de entónces pereció anegado en las aguas del diluvio.
7 Así los cielos, que ahora existen, y la tierra, se guardan por la misma palabra, para ser abrasados por el fuego en el dia del juicio, y del exterminio de los hombres malvados é impíos.
8 Pero vosotros, queridos mios, no debeis ignorar una cosa, y es que un dia respecto de Dios es como mil años, y mil años como un dia [3].
9 No retarda pues el Señor su promesa, como algunos juzgan, sino que espera con mucha paciencia