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3 y usando de palabras fingidas harán tráfico de vosotros por avaricia; mas el juicio que tiempo há que les amenaza, va viniendo á grandes pasos, y no está dormida la mano que debe perderlos.

4 Porque si Dios no perdonó á los ángeles delincuentes, sino que amarrados con cadenas infernales los precipitó al tenebroso abismo, en donde son atormentados, y tenidos como en reserva hasta el dia del juicio [1];

5 si tampoco perdonó al antiguo mundo [2], bien que preservó al predicador de la justicia divina Noé con siete personas, al anegar con el diluvio el mundo de los impíos;

6 si reduciendo á cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorrha, las condenó á desolamiento, ponién-


  1. Compara el apóstol los falsos apóstoles á los demonios, porque aquellos tiran como estos á desviar las almas del recto camino de la fé y de la virtud. Los ángeles malos, sufriendo ya ahora el castigo de su rebelion, comparecerán en el juicio final á oir de Jesu-Christo una pública sentencia de su condenacion contra ellos, y los hombres que hayan imitado su rebelion contra Dios. Desde entónces quedaran encerrados en el infierno, ó para siempre fijos en un lugar. Ahora permite Dios que ejerciten á los buenos, y tienten á los hombres al mal, para que merezcamos la corona de la gloria, premio de los que pelean y vencen; y para eso nos ofrece su poderosa gracia, que tantas veces desprecian los hombres, usando mal del libre albedrío, que Dios les ha dado para poder merecer con lo que hagan.
  2. Esto es, á los hombres anteriores al diluvio.