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EPIST. PRIMERA DE SAN PEDRO..

20 bien entendido ante todas cosas, que ninguna profecía de la Escritura se declara por interpretacion privada [1].

21 Porque no traen su orígen las profecías de la voluntad de los hombres, sino que los varones santos de Dios hablaron, siendo inspirados del Espíritu santo [2].

CAPÍTULO II.
Describe las malas artes de los falsos doctores y de sus discípulos los incrédulos, y el espantoso y repentino castigo que las amenaza. Avisa á los fieles que se guarden de ellos.

1 Verdad es que hubo tambien falsos profetas en el antiguo pueblo de Dios, así como se verán entre vosotros maestros embusteros, que introducirán con disimulo sectas de perdicion, y renegarán del Señor que los rescató, acarreándose á sí mismos una pronta venganza.

2 Y muchas gentes los seguirán en sus disoluciones, por cuya causa el camino de la verdad será infamado [3];


  1. II. Timoth. III. v.16.
  2. Y así es que á la Iglesia, dirigida por él, es á quien pertenece la interpretacion de las Escrituras divinas.
  3. Atribuyéndose á la Religion los vicios de los que la profesan.