el arca [1]; en la cual pocas personas, es á saber ocho solamente, se salvaron en medio del agua.
21 Lo que era figura del bautismo de ahora, el cual de una manera semejante os salva á vosotros, no con quitar las manchas de la carne [2], sino justificando la conciencia para con Dios por la virtud de la resurreccion de Jesu-Christo,
22 el cual, despues de haber devorado la muerte, á fin de hacernos herederos de la vida eterna, está á la diestra de Dios; habiendo subido al cielo, y estándole sumisos los ángeles, y las potestades, y las virtudes.
1 Habiendo pues Christo padecido por nosotros la muerte en su carne, armáos tambien vosotros de esta consideracion; y es que quien mortificó ó murió á la carne por el bautismo, acabado ha de pecar.
2 De suerte que ya el tiempo que le queda en esta vida mortal, viva, no conforme á las pasiones humanas, sino conforme á la voluntad de Dios.