Esta página ha sido corregida
217
CAPÍTULO I.
21 que por medio del mismo [1] creeis en Dios, el cual le resucitó de la muerte, y le glorificó, para que vosotros pusiéseis tambien vuestra fé y vuestra esperanza en Dios [2].
22 Purificando pues vuestras almas con la obediencia del amor [3], con amor fraternal, amáos unos a otros entrañablemente con un corazon puro y sencillo;
23 puesto que habeis renacido, no de semilla corruptible, sino incorruptible por la palabra de Dios vivo, la cual permanece por toda la eternidad [4];
24 porque toda carne es heno, y toda su gloria como la flor del heno: secóse el heno, y su flor se cayó al instante [5].
25 Pero la palabra del Señor dura eternamente, y esta es la palabra del Evangelio que se os ha predicado [6].
- ↑ O por el don de la fé que nos mereció.
- ↑ Que os promete resucitaros tambien algun dia á vosotros, como á vuestra cabeza Jesu-Christo.
- ↑ O que proceda de verdadera caridad.
- ↑ Vínculo es el de la caridad que debe uniros mas estrechamente que el de la sangre.
- ↑ Eccli. XIV. v.18.—Is. XL. v.6.
- ↑ Palabra vivificante, que os ha engendrado en Jesu-Christo cuando recibísteis el bautismo.