Página:La Sagrada Biblia (XIV).djvu/51

Esta página ha sido corregida
43
CAPÍTULO IX.

Damasco predicando con libertad en el nombre de Jesus.

28 Con eso andaba y vivia con ellos en Jerusalem, y predicaba con grande ánimo y libertad en el nombre del Señor.

29 Conversaba tambien con los de otras naciones, y disputaba con los judíos griegos; pero estos confundidos buscaban medio para matarle.

30 Lo que sabido por los hermanos, le condujeron á Cesarea, y de allí le enviaron á Tarso.

31 La Iglesia entre tanto gozaba de paz por toda la Judea, y Galilea, y Samaria, é iba estableciéndose, ó perfeccionándose, procediendo en el temor del Señor, y llena de los consuelos del Espíritu santo.

32 Sucedió por entonces, que visitando Pedro á todos los discípulos, vino asimismo á los santos ó fieles que moraban en Lydda.

33 Aquí halló á un hombre llamado Enéas, que hacia ocho años que estaba postrado en una cama, por estar paralítico.

34 Díjole Pedro: Enéas, el Señor Jesu-Christo te cura: levántate, y hazte tú mismo la cama. Y al momento se levantó.

35 Todos los que habitaban en Lydda y en Sarona, le vieron; y se convirtieron al Señor.

36 Habia tambien en Joppe entre los discípulos una muger llamada Tabitha, que traducido al griego es lo mismo que Dóreas. Estaba esta enriquecida de buenas obras, y de las limosnas que hacia.

37 Mas acaeció en aquellos dias que, cayendo en-