Página:La Sagrada Biblia (XIV).djvu/47

Esta página ha sido corregida
39
CAPÍTULO IX.

35 Entónces Phelippe tomando la palabra, y comenzando por este texto de la Escritura, le evangelizó á Jesus.

36 Siguiendo su camino, llegaron á un parage en que habia agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua, ¿qué impedimento hay para que yo sea bautizado?

37 Ninguno, respondió Phelippe, si crees de todo corazon. A lo que dijo el eunuCO: Yo creo que JesuChrislo es el Hijo de Dios.

38 Y mandando parar el carruage, bajaron ambos, Phelippe y el eunuco, al agua, y Phelippe le bautizó.

39 Así que salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató á Phelippe, y no le vió mas el eunuco; el cual prosiguió su viage, rebosando de gozo.

40 Phelippe de repente se halló en Azoto, y fue anunciando el Evangelio á todas las ciudades por donde pasaba, hasta que llegó á Cesarea.

CAPÍTULO IX.
Conversion portentosa de Saulo: predica luego en Damasco: va á Jerusalem, y Bernabé le presenta á los apóstoles, que le envían á Tarso. San Pedro cura á un paralítico, y resucita en Joppe á Tabitha.

1 Mas Saulo, que todavia no respiraba sino amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al príncipe de los sacerdotes,

2 y le pidió cartas para Damasco dirigidas a las synagogas, para traer presos á Jerusalem á cuantos