discípulos, se suscitó una queja de los judíos griegos contra los judíos hebreos ó nacidos en el pais, porque no se hacia caso de sus viudas en el servicio ó distribucion del sustento diario.
2 En atencion á esto, los doce apóstoles convocando á todos los discípulos, les dijeron: No es justo que nosotros descuidemos la predz cacz on de la palabra de Dios, por tener cuidado de las mesas.
3 Por tanto, hermanos, nombrad de entre vosotros siete sugetos de buena fama, llenos del Espíritu santo y de inteligencia, á los cuales encarguemos este ministerio.
4 Y con esto podremos nosotros empleamos enteramente en la oracion, y en la predicacion de la palabra divina.
5 Pareció bien esta propuesta á toda la asamblea; y así nombraron á Esteban, varon lleno de fé y del Espíritu santo, y á Phelippe, y á Próchòro, a Nicanor y á Timon, a Pármenas y á Nicolas, prosélito antiochêno,
6 Presentáronlos á los apóstoles, los cuales, haciendo oracion, les impusieron las manos, ó consagraron [1].
7 Entre tanto la palabra de Dios iba fructificando, y multiplicándose sobremanera el número de los discípulos en Jerusalem; y sujetabanse tambien á la fé muchos de los sacerdotes.
- ↑ Véase Consagracion, Manos.