56 Aguijon de la muerte es el pecado, al paso que la fuerza del pecado es ocasionada de la Ley [1].
57 Pero demos gracias a Dios, que nos ha dado victoria contra la muerte y el pecado por la virtud de nuestro Señor Jesu-Christo.
58 Así que, amados hermanos mios, estad firmes, y constantes; trabajando siempre mas y mas en la obra del Señor [2], pues que sabeis que vuestro trabajo no quedará sin recompensa delante del Señor.
1 En cuanto á las limosnas que se recogen para los santos, practicadlo en la misma forma que yo he ordenado a las Iglesias de Galacia.
2 El primer dia de la semana cada uno de vosotros ponga a parte, y deposite aquello que le dicte su buena voluntad, á fin de que no se hagan las colectas al tiempo mismo de mi llegada.
3 En estando yo presente, á aquellos sugetos que me hubiéreis designado, los enviaré con cartas mias á llevar vuestras liberalidades á Jerusalem.
- ↑ Rom. III. v.20.
- ↑ O en vuestra justificacion, y en la del prójimo.