hay sino un solo señor, que es Jesu-Christo, por quien han sido hechas todas las cosas, y somos nosotros por el cuanto somos.
7 Mas no en todos se halla esta ilustracion. Sino que hay algunos que creyendo todavía que el ídolo es alguna cosa, comen bajo este concepto viandas que se le han ofrecido; y así la conciencia de estos, por ser débil, viene á quedar contaminada.
8 Lo cierto es que el comer de tales viandas no es lo que nos hace recomendables a Dios. Pues ni porque comamos, tendremos delante de él ventaja alguna, ni porque no comamos, desmerecerémos en nada.
9 Pero cuidad de que esta libertad que teneis, no sirva de tropiezo á los flacos.
10 Porque si uno de estos vé a otro de los que estan mas instruidos, puesto á la mesa en un lugar dedicado á los ídolos [1], ¿no es claro que el que tiene su conciencia flaca, se tentara á comer tambien de aquellas Viandas sacrificadas que cree impuras?
11 ¿Y es posible que haya de perecer por el uso indiscreta de tu ciencia ese hermano enfermo, por amor del cual murió Christo?
12 Así sucede que pecando contra los hermanos, y llagando su conciencia poco firme, venis á pecar contra Jesu-Christo.
13 Por lo cual si lo que yo como, escandaliza á mi hermano, no comeré en mi vida carne alguna, solo por no escandalizar á mi hermano.
- ↑ O en que se celebran sus convites puramente civiles.