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EPIST. I. DE S. PABLO A LOS CORINTHIOS.

niente: no porque todo me es lícito, me haré yo esclavo de ninguna cosa.

13 Las viandas son para el vientre, y el vientre para las biandas; mas Dios destruirá á aquel y á estas: el cuerpo empero no es para la fornicacion, sino para gloria de el Señor, como el Señor para el cuerpo [1].

14 Pues así como Dios resucitó al Señor, nos resucitará tambien á nosotros por su virtud.

15 ¿No sabeis que vuestros cuerpos son miembros de Christo, nuestra cabeza? ¿He de abusar yo de los miembros de Christo [2], para hacerlos miembros de una prostituta? No lo permita Dios.

16 ¿O no sabeis, que quien se junta con una prostituta, se hace un cuerpo con ella? Porque serán los dos (dice la Escritura[3]) una carne.

17 Al contrario quien está unido con el Señor, es con él un mismo espíritu.

18 Huid la fornicacion. Cualquier otro pecado que cometa el hombre, está fuera del cuerpo; pero el que fornica, contra su cuerpo peca [4].

19 Por ventura ¿no sabeis que vuestros cuerpos son templos del Espíritu santo, que habita en vosotros, el cual habeis recibido de Dios, y que ya no sois de vosotros,


  1. Al cual comunicará algun día la inmortalidad.
  2. Esto es, de mi cuerpo sautificado por Christo, que es nuestra cabeza.
  3. Gen. II. v.24.—Matth. IX. v.15.—Eph. V. v.31.
  4. Al cual afrenta y profana.