2 Porque tal hay que tiene por lícito el comer de todo, mientras el flaco no comerá sino legumbres ó verduras.
3 El que de todo come, no desprecie ni condene al que no se atreve á comer de todo; y el que no come de todo, no se meta en juzgar al que come, pues que Dios le ha recibido por suyo ó en su Iglesia.
4 ¿Quién eres tú, para juzgar al que es siervo de otro? Si cae, ó si se mantiene firme, esto pertenece á su amo; pero firme se mantendrá, pues poderoso es Dios para sostenerle.
5 De! mismo modo tambien uno hace diferencia entre dia y dia [1], al paso que otro tiene todos los dias por iguales: cada uno obre segun le dicte su recta conciencia.
6 El que hace distincion de dias, la hace para agradar á el Señor. Y el que come de todo, para agradar á el Señor come, pues da gracias á Dios. Y el que se abstiene de ciertas viandas [2], por respeto al Señor lo hace; y así es que da gracias á Dios.
7 Como quiera que ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno de nosotros muere para sí.
8 Que como somos de Dios, si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Ora pues vivamos, ora muramos, del Señor somos.
9 Porque á este fin murió Christo, y resucitó; para